Todo cambia, sin embargo todo sigue igual.
Nos amenazan que el mundo cambia, que el mundo se va a ahogar.
Nunca faltan aquellos profetas de oficio que vislumbran siempre desgracias.
Y en Venezuela, desde hace 11 años, no sólo se temen, sino que se viven cada día, se sienten cada día y una sensación de inseguridad callejera nos envuelve a todos.
Y aún así
seguimos callados
A la espera
Inmóviles
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