Antes de comenzar a leer este artículo debemos sincerarnos:
Tenemos realmente amigos? Somos considerados amigos de alguien? Tenemos la suficiente capacidad de poder aguantar y perdonar cosas a nuestros amigos?
Cuando estudiamos en primaria, nos hicimos amigos de un compañero de clases. La vida no podía tener sentido sin ese pana con quién podías compartir la merienda y joder en clases. Las amistades en esta época podían acabarse porque no te dio un chocolate o sencillamente lamiste tu empanada para que nadie te pidiera. Eran motivos que para los adultos eran tontos pero que revestían gran importancia en nosotros cuando éramos chamos.
Luego vino bachillerato. En este estado, los panas de primaria muchas veces se cambiaron de liceo o fuiste tu quién se retiró, por lo que de repente, te quedaste sin amigos. Te tocó hacer nuevos panas. Con estas nuevas amistades viviste muchas experiencia ya que comenzamos a ser maliciosos, la tetosterona comenzaba a fluir y comenzaban a bucear a las niñas del liceo o de los liceos vecinos. El alcohol comenzaba a correr por nuestras venas, los noviazgos eternos que duraban sólo 2 semanas, jubilarse de la escuela era una de las hazañas predominantes. Las amistades en esta época se acababan principalmente debido a discusiones en juegos de pelota, novias o por no haber soplado en el examen de física. Motivos tontos, idiotas pero que en esa época revestía la importancia de una amistad.
Más tarde vino la universidad. La época en que te despediste de tus amigos de bachillerato. En que ya no te veías de manera tan seguida con ellos. La época en que ya tenías carro y que te permitía poder echarle los perros "a la que estudia psicología". Comenzaban las rumbas en locales que antes no podías entrar tan fácilmente. Las escapadas, los tragos, comenzabas a trabajar, a tener compañeros de clase y de oficina. En esta época hacerse amigo de alguien ya era más trabajoso ya que debíamos seleccionar bien quién podía tener el título de amigo. Una amistad podía acabarse ya por razones "más serias". Había motivos políticos, de religión, de falta de compañerismo, entre tantos otros motivos.
Ya adultos, el concepto de amistad se reduce a unas cuántas personas que de una manera u otra han sabido valorarse mutuamente. Ya la amistad en este estado acaba porque la nueva pareja del pana "es sencillamente inmamable", "una sifrina de mierda que busca quitarte los reales"; o porque uno es chavista y el otro opositor, o porque se mudaron y se pierden el contacto; o, tal vez uno de los más comunes, "crecimos".
Un verdadero amigo es el que está, el que queda, el que oye, el que acepta tu forma de pensar, el que te critica de frente, el que espera que actúes conforme a la razón.
Amigo No es aquél que espera que le aceptes todo lo malo que hace, el que no te llama ni te escribe, el que cree que tiene la verdad en sus manos y que tú eres el equivocado.
Le dedico este Post a mis verdaderos amigos.
El que dejó de serlo porque le dio la gana, que se vaya a lavar ese culo.