lunes, 7 de noviembre de 2011

No me la calo más

Desde hace ya algún tiempo, el venezolano promedio de una manera u otra, está despertando y conociendo acerca de sus derechos políticos y civiles.
Ya muchos saben de qué se trata el Debido Proceso (aunque a veces lo nombran por nombrarlo pero con convicción), ya saben cuando se habla acerca de los derechos ciudadanos; ya saben cuando se habla de la posibilidad que tienen de lanzarse como candidatos así sea para presidente o vocal de una junta de condominio.
Pero hay algo que me resulta incomprensible e inaudito. A pesar que ya saben acerca de estos conceptos, no saben cómo reclamar cuando alguno de estos derechos es vulnerado o sencillamente burlado por una autoridad pública o por particulares y privados.
Las excusas más comunes son:
- Qué podemos hacer?
- Siempre se ha hecho así.
- Vas a pelear con la administración pública?
- Tu crees que vas a joder a esa gente?
Ante estas estúpidas imprecaciones, yo me hago la siguiente: Y por qué no?
Si me pongo a analizar la constitución y las leyes (nuevas o viejas), hay muchos artículos en desuso o que por ignorancia o desconocimiento de ese texto legislativo, sencillamente no se cumple y al no cumplirla, tanto el funcionario como el administrado incurren en delito.
Como ejemplo les puedo poner:
1) En los procesos de contratación de obra para asfaltados de las calles, al momento de redactar los pliegos respectivos, se indican cuáles son las condiciones del asfalto a colocar por parte de la empresa ganadora. Muchas veces ese asfalto a los pocos meses de ser colocado, se revienta, se abre y queda el mega hueco o tronera. Esto viola las condiciones generales de contratación de obras públicas y la ley de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, así como la ley del Indepabis porque en esos textos normativos se establece la responsabilidad tanto de los funcionarios como de la contratista por haber hecho un trabajo tan malo.
2) En  ese megahueco, caen diariamente los carros de los venezolanos produciéndole daños a su tren delantero, y en muchos casos la pérdida del mismo e incluso de vidas humanas. Ese megahueco es responsabilidad del gobierno central (para aquellas vías reservadas a su competencia) o de las gobernaciones o alcaldías cuando se les atribuye el cuidado de las mismas. Ellas deben responder por los daños materiales, morales y patrimoniales, tal y como lo establece la Constitución, la Ley Orgánica de Régimen Municipal y la Ley de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo.
3) El daño causado al vehículo por haber caído en ese megahueco, origina la obligación del propietario o conductor del mismo a hacer el respectivo reclamo ante el seguro, que será rechazado porque el seguro no cubre la torpeza del conductor por no saber manejar y no haber evitado caer en ese megahueco. esto produce que sea el particular quién tenga que literalmente parir los repuestos, que como bien es sabido por cada uno de los venezolanos, no se consiguen. Aquí existen dos responsabilidades compartidas. Por una parte la del vendedor de repuestos ya que incumple la ley del Indepabis porque tiene que garantizar los repuestos necesarios para cada vehículo por lo menos para los siguientes 10 años de salido a la venta el vehículo en el concesionario. Por otro lado, la del gobierno central. Muchos de estos repuestos son importados por lo que requieren divisas. Las divisas las otorga solamente Cadivi por aquello del control de cambio. Cadivi muchas veces retrasa la entrega o liberación de las divisas, obligando al vendedor de repuestos a acudir al mercado negro, pagar más por un repuesto importado y al final, quién sufre todas las consecuencias por un mal seguimiento de un proceso de contratación para el asfaltado de una vía pública, es el usuario pendejo que cada día se pregunta: Y qué podemos hacer?
No me la calo más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la actual Venezuela, es imposible.

El poder judicial es dependiente, clientelar y corrupto. La justicia se aplica de forma discrecional. Unos pocos son quienes deciden, interpretando y aplicando la ley a conveniencia de ellos y su grupo.

Solo quienes cuenten con posibilidad de obtener justicia en tribunales foráneos, como la CIDH, la Audiencia Española o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pueden obtener algún tipo de justicia, limitada.

Creer que algún candidato opositor tendrá posibilidad de revertir lo que tiene más de 30 años ocurriendo es incurrir en la ingenuidad. El problema es cultural. Mucho más profundo de lo que parecen entender los actuales candidatos opositores. No existe discusión de altura, porque sencillamente, no hay altura para la discusión.

Uno se queja, hace el reclamo, y ello se diluye en la nada, a menos que resulte conveniente o esté alineado con los propósitos de algún funcionario público con posibilidades de alcanzar una posición relevante, y que una vez la alcance, olvidará el asunto, ocupándose exclusivamente de mantener el poder obtenido.

-- "Huid del país en donde solo uno ejerce todos los poderes: es un país de esclavos"

MJJA, Legal Advisors dijo...

Precisamente por eso no debemos dejar de hacerlo. Tal vez las instituciones ahora no sirvan, pero si unimos esfuerzos y poco a poco nos vamos dando cuenta que nuestros reclamos en algún momento serán oídos, iremos logrando que Venezuela cambie.
Muchos han decidido hacerlo desde afuera. Eso también es válido. Lo importante es hacernos respetar y hacerle entender a la gente que no debemos callarnos.
Qué habría dicho Gandhi o Luther King, por sólo nombrar algunos, si les habrían dicho: Y qué se le va a hacer?
La lucha no es sólo física.
Un abrazo